domingo, 31 de enero de 2016

TEMAS A TRATAR EN UNA TERAPIA DE GRUPO

TEMAS A TRATAR EN LAS TERAPIAS DE GRUPO

En las terapias de grupo se pueden tratar infinidad de temas, los mismos como problemas que no nos dejan evolucionar y funcionar con normalidad, como por ejemplo:

  • -          Maltrato psicológico
  • -          Infidelidad.
  • -          Trastornos obsesivos compulsivos.
  • -          Depresión, desorientación vital.
  • -          Depresión por muerte de un familiar/amigo.
  • -          Hipocondría.
  • -          Ansiedad, somatizaciones, mal estar general.
  • -          Separación conyugal, dependencia afectiva.
  • -          Baja autoestima/inseguridad.
  • -          Duelo no resuelto.
  • -          Timidez.
  • -          Fobia Social.
  • -          Moobing.
  • -          Agresividad.
  • -          Perfeccionismo.
  • -          Insomnio.
  • -          Miedos, temores.
  • -          Tristeza.
  • -          Frustración
  • -          Objetivos no alcanzados.
  • -          ……..


     Y así, como todos aquellos que causen mal estar y requieran de ayuda.

viernes, 29 de enero de 2016

PROBLEMAS ENTRE HERMANOS

En muchas familias, sus componentes, reunidos para esa comida anual navideña ineludible, habrán comprobado una vez más las dificultades que entraña disimular, en aras de la concordia, los desencuentros personales con determinados parientes.
Mal que nos pese, algunas personas cargan en sus espaldas el abrumador peso de unas relaciones fraternales marcadas por la distancia, los enfados, o los crudos enfrentamientos con alguno de sus hermanos.

Casi nunca faltan motivos para llevarnos mal con alguno de ellos: desde la aparente incompatibilidad en la forma de ver la vida y comportarse ante ella de unos y otros, hasta causas muy concretas: herencias y otras cuestiones económicas, atención a los padres o hermanos enfermos, incomprensión o falta de solidaridad ante situaciones penosas que alguien padece, .... Sobran los argumentos que explican la distancia o la ausencia de comunicación entre hermanos.
Hemos de partir de que lo natural entre hermanos en llevarse bien, siquiera por los lazos sanguíneos y por ese pasado vivido en común. Ello no significa que debamos sentir un cariño idéntico por todos ellos, pero resulta evidente que una fértil y serena relación entre hermanos ayuda a que todos nos sintamos mejor. Porque, querámoslo reconocer o no, la familia pesa mucho. Y, en última instancia, recurrimos a ella cuando los problemas más graves nos amenazan.
Es habitual que no nos suponga mayor problema expresar lo que sentimos o queremos, tratar las discrepancias e incluso los conflictos, cuando el interlocutor es un amigo o un compañero de trabajo; sin embargo, a veces nos sentimos incapaces de tratar ciertas cuestiones con nuestros hermanos. Enseguida salta la chispa, surge la discusión, entran en liza las palabras mayores, y se hace imposible mantener la más mínima comunicación. O también puede ocurrir que nos encontremos con una fría y protocolaria acogida a nuestro propósito de entablar conversación sobre el tema que nos interesa, lo que no nos anima precisamente a un nuevo intento.
Y la cosa es que a menudo nos preguntamos el porqué de esa situación; querríamos resolver el problema, pero no sabemos cómo hacerlo.

Dónde nace el problema


Las malas relaciones fraternales acaban, en la mayoría de los casos, convirtiéndose en un lastre para nuestras vidas, que acabamos arrastrando con una emotividad muy negativa, diferente que la que nos supone, por ejemplo, romper con un amigo.
Quizá sea porque, como dicta la tradición, aplicado al marido o esposa: "mi hermano (o hijo) es sangre de mi sangre y a ti te encontré en la calle". Tampoco carece de lógica el planteamiento inverso: "a mis padres y hermanos me los impuso la naturaleza, a mis amigos y a mi pareja los elegí, para bien o para mal, yo". Pero no se trata de opciones excluyentes. Necesitamos tejer a nuestro alrededor relaciones humanas satisfactorias, tanto las familiares como las ajenas a ese ámbito. Nuestro bienestar emocional depende, en buena medida, de la capacidad que tengamos para conseguir este objetivo.
Como en cualquier relación entre seres humanos, en las fraternales hay de todo. Algunas están definitivamente rotas, tras agrias discusiones repetidas a lo largo de los años. En otras ocasiones, quizá la mayor parte, son relaciones grises, teñidas de mediocridad, rutina y distancia emocional, que se mueven dentro de una cordialidad aparente, de un pacto entre adultos; prima la ausencia de comunicación aunque se mantienen las apariencias. No nos atrevemos a hablar sincera y abiertamente con ese hermano (y, mucho menos, a abordar temas delicados) por miedo a que resurjan los fantasmas de ese conflicto arrinconado. Sufrimos el temor a que se termine de romper ese débil lazo que nos permite al menos hablar de vez en cuando o mantener una conversación intranscendente en las reuniones familiares y en los funerales. Cuántos de nosotros, ante la inminencia de encontrarnos con ese hermano con el que nos llevamos mal, hacemos repaso de cada uno de los temas que no conviene tocar o del modo en que debemos comportarnos para no dar pie a discusiones o enfados que pueden "marcar" toda una velada y propiciar escenas desagradables.
Afortunadamente, no todas las familias sufren este problema. En algunas, incluso, los hermanos, además de respetarse y quererse como tales, son amigos y confidentes, participan en proyectos conjuntos, se miman mutuamente y se sienten orgullosos de la relación fraternal establecida. Nuestra enhorabuena para ellos.
Quienes sufren por la inexistencia de comunicación con alguno de sus hermanos y están dispuestos a afrontar las dificultades que supone comenzar a superar el problema, deben saber que casi siempre es posible enmendar la situación, aunque ello nos suponga un gran esfuerzo y, en algunos casos, riesgos emocionales importantes.

Comencemos por el origen del problema.


A veces, la interiorización que cada hermano hace de los papeles que desde la niñez se le asignan en el seno del hogar (esas expresiones que nos califican como "el o la responsable", "inteligente", "tímido-a", "juerguista", "cariñoso-a", "estudioso-a", "simpático-a", "cortito", ...) puede perjudicar la relación entre hermanos. Desde estas clasificaciones, y con la diferencia de trato que conllevan por los padres y/o por el resto de los hermanos, se organiza la relación, con toda la asimetría y carga peyorativa que puede entrañar para alguno. Más que a un compañero, estas diferencias nos pueden hacer ver a nuestro hermano como un rival. Ahí pueden nacer muchas envidias y resquemores, que tendrán su repercusión en la fase adulta.
Ya en la adolescencia, cuando comenzamos a emanciparnos del hogar, el problema puede ser la falta de una comunicación fluida y abierta con los hermanos. La ausencia de confianza nos llevará a un distanciamiento que se agudizará con el paso del tiempo. Este silencio y el "por la paz, un ave maría" que con tanta frecuencia se da en el hogar paterno, no es más que una vulgar tapadera que nos conduce a una actitud pasiva, que lejos de solucionar el problema, lo enquista y aumenta impidiendo la relación. Podemos acabar convirtiéndonos en desconocidos el uno para el otro. Dejar que pase el tiempo es una actitud poco conveniente. Pretender siempre que "las aguas vuelvan a la calma" sin abordar algo que sí ha pasado, no resuelve nada. Y afecta negativamente a la confianza entre nosotros, imprescindible en toda relación humana que se pretenda auténtica. Y no nos referimos sólo a confianza en la otra persona, sino también a la propia autoestima, a la confianza en mi capacidad de establecer relaciones desde mí, con franqueza y abiertamente.

RELACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA CON LA TERAPIA FAMILIAR

La Terapia familiar es una intervención terapéutica orientada a mejorar el funcionamiento de las relaciones entre los miembros de la familia.
Con este abordaje se persigue comprender y abordar las dinámicas relacionales de la familia y aquellas surgidas a partir de la aparición del TCA, con el objetivo de promover cambios que proporcionen equilibrio a la estructura familiar y contribuyan positivamente a la recuperación del paciente.

En mi consulta, se utiliza la Terapia familiar desde la base de que cualquier hecho, acción o juicio adquieren un valor ante la familia no ya por lo que representan en sí mismos, sino por la función que cumplen dentro del sistema familiar. Por tanto, es el contexto lo que confiere un valor al suceso.

Así, la comprensión de cómo la familia se organiza en torno al trastorno es clave para diseñar soluciones adecuadas para la curación de la persona. A menudo, existen familias donde el TCA ha promovido el establecimiento de reglas, roles y una organización familiar específica y es el propio trastorno el que mantiene la función de equilibrar las relaciones, aportando ganancias o utilidades al sistema familiar.

Este tipo de intervención está indicado para familias en las cuales se han detectado ciertos desequilibrios en su estructura, aquellas que demuestran dificultades para dejar crecer y/o dar autonomía a sus hijos o parejas, familias que tienen dificultades comunicativas o con el manejo conductual, muchas de estas, con estructuras relacionales deterioradas por la larga convivencia con el trastorno en el seno familiar.

CRISIS DE PAREJA

Cómo superar una crisis de pareja

¿Es tu caso o vuestro caso? ¿Deseáis daros otra oportunidad? ¿Quieres aclarar tus dudas de pareja?
El apoyo de una terapia de pareja es vital para que todo pueda solucionarse. 
Darse otra oportunidad es algo muy bello. 
Podéis superar la crisis con nuestra ayuda.

crisis de pareja
¿Qué es una crisis de pareja?

Una crisis de pareja suele ocurrir cuando hay conflictos sin resolver o ansiedad acumulada y ninguna de las dos partes se siente preparada o con fuerzas para solucionarlo. Con el tiempo, si la comunicación o la solución no llegan, la pareja se va distanciando y puede llegar a romperse.
La mayoría de las parejas atraviesan varias crisis a lo largo de su relación, un estado en el cual es imprescindible que se produzca un cambio en el estado de las cosas. De hecho, las crisis suelen provocar una tensión que demanda una transformación en el repertorio habitual de comportamientos y hábitos que la pareja ha ido poniendo en práctica.
Sin embargo, la crisis no es negativa en sí misma. Es cierto que, por una parte, encierra cierta dosis de peligro y angustia, pero, por otra parte, también representa una oportunidad. Cuando una pareja pasa por una crisis suele vivir momentos de confusión, ya que las estrategias a las que había recurrido hasta el momento dejan de ser eficaces.
No obstante, con el paso del tiempo, pueden activar nuevos comportamientos, hábitos y capacidades que les permitan lograr un nuevo equilibrio, quizá mucho más satisfactorio que el anterior, ya que a lo largo del camino ambos miembros han madurado y han aprendido a conocerse mejor.
Por eso, las crisis de pareja pueden implicar un alto grado de incertidumbre y ansiedad, pero también son una oportunidad para fortalecer la relación.

Síntomas de que estamos ante una crisis de pareja

Una crisis normalmente no se instaura de manera repentina en la pareja, sino que es un proceso que va dejando tras de sí una serie de huellas. Cuando detectes algunos de los siguientes síntomas, ha llegado el momento de buscar un terapeuta de pareja:
  • Sientes que ya no tienes nada en común con tu pareja, has perdido el gusto por hacer cosas juntos.
  • Uno de los dos o ambos os habéis abandonado en cuanto al cuidado de vuestro cuerpo, hábitos …
  • Cuando surge una discusión, normalmente termina pronto porque ninguno quiere entrar en el debate o las discusiones son demasiado constantes e intensas.
  • Ya no hay relaciones sexuales, el deseo prácticamente ha desaparecido y con él la intimidad.
  • Una parte pone continuamente a prueba a la otra, generando una situación marcada por la tensión y el agobio.
  • Las diferencias aparecen continuamente a lo largo de la relación y se convierten en un obstáculo para tomar decisiones que sean satisfactorias para ambos.
  • Experimentas una sensación de incomodidad permanente ante todo lo que hace o dice tu pareja, pues comienzas a centrarte exclusivamente en sus defectos.
  • Una de las dos personas realiza continuamente críticas destructivas, ya sea con la intención de herir al otro o por el simple hecho de criticar.
  • Se instaura un estilo de comunicación sarcástico o despreciativo, el cual indica que los miembros de la pareja han dejado de valorar las características positivas del otro.
  • Adoptas una actitud defensiva ante los comportamientos de tu pareja, esperando que llegue un ataque en cualquier momento.

Las causas de las crisis en la pareja

Cuando dos personas empiezan una relación pasan por una fase de enamoramiento en la cual predominan una serie de expectativas idealizadas. Es como si ambos vivieran en un mundo de ensueño donde todo es perfecto y maravilloso.
Durante la fase de enamoramiento en el cerebro se libera una gran cantidad de dopamina, un neurotransmisor que genera esa conocida sensación de euforia. A la vez disminuye la actividad de las regiones cerebrales vinculadas con el juicio crítico y las emociones negativas. Por eso se afirma que el “amor es ciego”.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la convivencia se encarga de hacer que la imagen idealizada de la pareja dé paso a la realidad. Los problemas del día a día hacen que cada miembro adopte una postura más crítica para con el otro y que descubra sus “defectos”. En este punto no es extraño que surjan pequeñas tensiones o incluso conflictos en toda regla, que cada pareja debe aprender a resolver si desea continuar adelante. De hecho, casi todas las parejas tienen ciertas áreas conflictivas, que son como campos minados listos para explotar en cualquier momento, pues abren viejas heridas o ponen de relieve los desencuentros.
A lo largo de la relación, todas las parejas atraviesan una serie de fases que generan situaciones particularmente complicadas que pueden dar lugar a conflictos. Desde el Modelo Sistémico de Terapia Familiar, por ejemplo, se hace referencia a seis etapas en las cuales es más probable que aparezca una crisis:
  1. Formación de la pareja y noviazgo, hasta el nacimiento del primer hijo
  2. Nacimiento del primer hijo, hasta la inclusión del último en la escuela
  3. Desde la escolarización hasta la adolescencia de los hijos
  4. Desde la adolescencia de los hijos hasta el abandono del hogar familiar
  5. Fase post-parental, en la cual puede aparecer lo que se conoce como “síndrome del nido vacío”
  6. Retiro de la vida laboral activa
¿Sabías que en España tres de cada cuatro matrimonios formalizados se separan? Lo más curioso es que en los últimos años se ha duplicado el número de parejas mayores de 65 años que se separa o divorcia.
En cada una de estas etapas la pareja debe enfrentar situaciones nuevas, para las cuales no siempre cuenta con los recursos psicológicos adecuados. De hecho, cuando la pareja ha construido a su alrededor una estructura demasiado rígida, aparece la resistencia al cambio y se genera una crisis, la cual también suele traer a colación los conflictos no resueltos, que se han mantenido latentes a lo largo del tiempo.
Sin embargo, las “crisis de transición” son especialmente positivas, ya que tienen la función de permitirle a la pareja pasar a la siguiente etapa de su vida realizando los cambios necesarios en su estructura y forma de relacionarse.
No obstante, existen otras situaciones que pueden dar origen a una crisis de pareja, como por ejemplo:
  • La pérdida del apetito sexual y, como consecuencia, de la intimidad. Aunque se debe aclarar que la crisis no suele aparecer como resultado de los problemas sexuales, sino como consecuencia de las repercusiones que estos tienen en la relación.
  • Las dificultades en la comunicación que no se han resuelto a su debido tiempo.
  • Las diferencias importantes en la forma de actuar, por ejemplo, en lo que respecta a la educación de los hijos, el control de la economía doméstica o las relaciones con las respectivas familias de origen.
  • La infidelidad de uno de los miembros, que normalmente conduce a una situación de desconfianza y resentimiento.
  • Las costumbres diversas, marcadas por diferencias culturales que salen a relucir en el día a día.
  • Las visiones diferentes sobre lo que se espera de la relación de pareja y el grado de compromiso con esta, lo cual hace que uno de los miembros no se sienta correspondido.

Superar una crisis de pareja con terapia

  • Si las dos personas están de acuerdo en querer hacer algo por superar la crisis estaríamos hablando de una terapia de pareja, encaminada a mejorar la relación. Un espacio de encuentro en el que ambas personas pueden expresar sus inquietudes y sentimientos, comprometiéndose para encontrar una solución que sea satisfactoria para ambos. En estos casos, el terapeuta actúa como un mediador que abrirá los canales de comunicación y les ayudará a encontrar diferentes alternativas para mejorar su relación.

¿Por qué es tan importante la terapia?

Las crisis de pareja no implica necesariamente que se vaya a producir una ruptura. De hecho, puede ser una oportunidad para que ambos miembros se conozcan mejor y la relación se consolide. Sin embargo,abandonar la relación ante los primeros signos de crisis no suele ser una buena opción ya que lo más usual es que, tarde o temprano, los problemas que dieron origen al conflicto se repitan en la próxima relación. No olvides que en una pareja, cualquier problema siempre es cosa de dos y cada uno tiene su propia cuota de responsabilidad.
Aunque no logres solucionar la crisis y decidas que la separación es la mejor alternativa, pasar por una terapia de pareja siempre representa un proceso de crecimiento que te resultará muy útil para la próxima relación, ya que te permitirá descubrir los errores que has cometido y evitarlos.
Debes tener en cuenta que a menudo las relaciones en sí mismas no son las causantes de la infelicidad sino que sacan a la superficie los problemas que ya existen en la persona, desde el miedo al compromiso hasta un estilo comunicativo inadecuado o creencias erróneas sobre la relación de pareja y la sexualidad.
Para vivir una relación de pareja plena, es importante que cada miembro logre exorcizar sus propios demonios. Antes de pedirle al otro que cambie, debes asegurarte de que eres capaz de cambiar. De hecho, la humildad es fundamental para que una relación funcione, no debes juzgar al otro asumiendo una postura de superioridad sino que debes trabajar en esas características personales que impiden que la relación funcione. Después de todo, la pareja también implica una oportunidad de crecimiento mutuo.

jueves, 28 de enero de 2016

PERITO SOCIAL

Muy pronto seré Perito Social y voy a contaos lo que es. La función principal de los/as Trabajadores/as Sociales en la Administración de Justicia es intervenir como perito en los procesos judiciales. Dicha intervención puede ser individual o en equipo, y su finalidad última es elaborar el informe cuyo contenido se ceñirá a la petición de las partes.
perito

¿Qué es el peritaje social?

Un/a perito es una persona con conocimiento especializados que son llamados al proceso (juicio) para aportar un auxilio especial al juez/a, necesario para la percepción y apreciación de hechos con los cuales el/la perito entra en contacto en virtud de su llamada y participación en el proceso. El objetivo fundamental es la evaluación de la familia con el fin de prestar un asesoramiento al Juez/a  antes de que éste/a dicte sentencia.
Algunos de los ámbitos en los que podemos trabajar es en procesos de guarda y custodia de menores, regulación del régimen de visitas, adopciones, tutelas, acogimientos, búsqueda de información sobre recursos, puntos de encuentro familiar, etc. Los servicios de la Administración de Justicia en donde figuran los/as TS son:
  • Juzgado de primera instancia (familia)
  • Juzgado de menores
  • Clínicas médico-forenses
  • Instituto anatómico forense
  • Juzgado de primera instancia e instrucción
  • Juzgado de vigilancia penitenciaria
También existe la posibilidad de trabajar como perito privado, de una manera autónoma, elaborando peritajes a instancia de parte. Pueden requerir nuestro trabajo de dos maneras: por designación judicial (Juez/a) o a instancia de parte (clientes). En definitiva, el peritaje social es un trabajo en el que el/la TS debe investigar para poder hacer su informe. Además, posteriormente, deberá comparecer ante el Juez/a.

martes, 26 de enero de 2016

TERAPIA DE GRUPO

TERAPIA DE GRUPO



La terapia de grupo es una forma especial de terapia en la cual un grupo pequeño se reúne, guiado por un/a terapeuta profesional, para ayudarse individual y mutuamente. Esta forma de terapia es de uso muy extendido, y aceptada desde hace más de 50 años.
Si lo pensamos bien, todos nos hemos criado en grupos, ya sea en la vida familiar o escolar, como trabajadores o como ciudadanos. Nos desarrollamos como seres humanos siempre en ambientes grupales. No es diferente la psicoterapia de grupo. Provee un contexto para compartir los problemas o preocupaciones, comprender mejor la propia situación, y aprender junto con las demás personas.
La terapia de grupo ayuda a la persona a conocerse a sí misma, y también a mejorar sus relaciones interpersonales. Puede centrarse en los problemas de la soledad, depresión y ansiedad. Nos ayuda a realizar cambios importantes para mejorar la calidad de la vida.
¡La terapia de grupo da resultados! Se ha demostrado, mediante estudios científicos, que la terapia de grupo es tan eficaz como la individual -a veces aun más.


Los que pueden beneficiarse
Tanto como la terapia individual, la terapia de grupo puede ayudar a la mayoría de las personas. Algunos ejemplos:

  •                        Dificultades en las relaciones con otras personas
  •            El impacto de las enfermedades crónicas o de gravedad
  •                       La depresión y la ansiedad
  •                       Las pérdidas
  •                       Los traumas
  •                       Trastornos de la personalidad
La sesión de terapia de grupo
La sesión de terapia de grupo es una tarea en colaboración, en la que  el terapeuta asume la responsabilidad clínica del grupo y sus miembros. Dentro de la reunión típica, de 75 a 90 minutos, los miembros se ocupan de expresar de la manera más libre y honesta posible sus problemas, sentimientos, ideas y reacciones. Esta exploración da a los miembros del grupo la materia prima para comprenderse y ayudarse. Los miembros no sólo aprenden de sí mismos y sus propios problemas, sino que actúan también como "ayudantes terapéuticos" de los demás.
 Preguntas frecuentes
·          ¿Cómo funciona la psicoterapia de grupo? 

El/la terapeuta selecciona personas (usualmente de 5 a 10) que se pueden beneficiar con su participación en una terapia de grupo. El propósito de las reuniones es conversar con los demás de manera espontánea y honesta. El terapeuta sirve como guía, para que en la conversación se traten los temas más significativos para los participantes.
 No todos los grupos se parecen. Varía el énfasis de uno a otro. Por ejemplo, algunos grupos se dedican principalmente al desarrollo interpersonal -pues la mayoría de lo que se aprende viene de los intercambios entre los miembros. Otros grupos se enfocan en las formas de ser y pensar de cada miembro en sí mismo -cómo controlar los pensamientos negativos, como hacerle frente a las fobias, como aliviar la ansiedad asociada con ciertas situaciones.
·         ¿Si uno participa un en grupo, necesita también terapia individual? 

Eso depende de la persona. A veces, la terapia de grupo representa la única forma de tratamiento, o la principal. A veces se combina con la terapia individual. En la mayoría de los casos, esta combinación de los dos géneros de terapia tiene efectos multiplicadores, aumentando el provecho de cada uno.

·         ¿Cuál es la diferencia entre la psicoterapia de grupo y los grupos de apoyo? 

La terapia de grupo se enfoca en las relaciones entre las personas. Guiada por una persona profesional, ayuda al participante a llevarse mejor con los demás. Provee también amparo respecto a los problemas y desafíos particulares de sus miembros. Son distintos los grupos de apoyo porque sólo los grupos de psicoterapia facilitan el cambio y crecimiento personal del participante. Los grupos de apoyo se limitan comúnmente al alivio de los síntomas.

·         ¿En qué se basa la utilidad de la psicoterapia de grupo? 

¿Qué voy a lograr con este paso? ¿Habrá suficiente tiempo en un grupo para escuchar mis problemas? ¿Qué pasará si me caen mal los demás miembros del grupo? Es normal tener preguntas o dudas cuando uno piensa entrar a un grupo. Integrarse a un grupo tiene valor en gran parte porque brinda la oportunidad de aprender como piensan y sienten las otras personas. Llegamos a entender mejor nuestra forma de pensar y actuar y la de los demás.
Vemos como los miembros del grupo reaccionan entre ellos. Convivimos a diario con otras personas, y nos podemos beneficiar hablando de nuestras experiencias y nuestros conflictos con los demás. En el grupo, aprenderá que Ud. quizás no es ni tan diferente ni está tan sólo como pensaba. Va a colaborar con sus compañeros enfrentando problemas comunes para todos. Esto es uno de los mayores beneficios de la psicoterapia de grupo. Cuanto más se involucre uno en el grupo, más provecho obtiene.





·         ¿Qué tipos de personas pueden participar en la psicoterapia del grupo? 
La psicoterapia de grupo puede beneficiar a muchas personas con problemas diferentes. Unas que tienen problemas interpersonales. Otras que sufren depresión, ansiedad, enfermedades serias o crónicas, grandes pérdidas, problemas de adicciones u otras conductas problemáticas.

·         ¿En el grupo, van a estar incluidas personas con problemas parecidos a los míos? 
Normalmente, el grupo incluye una variedad de personas que pueden aprender unos de los otros. A veces tienen problemas similares, pero no es siempre necesario que sea así. En realidad, los que tienen problemas que no se repiten, pueden tener también puntos fuertes que no se repiten, y por lo tanto ayudarse enormemente.

·         ¿Cuál es el compromiso temporal que tendría que hacer?
La duración depende del tipo del grupo y la naturaleza de los problemas de cada miembro. Hay grupos que se dedican a problemas muy concretos, y duran un tiempo limitado, digamos unas 6 hasta 20 semanas. Otros grupos, por ejemplo los de personas con enfermedades crónicas, suelen durar mucho más.

·         ¿Y si me siento incómodo/a hablando de mis problemas en presencia de extraños? 
Es común al principio sentirse incómodo o confuso en un grupo. Pero poco a poco se gana confianza y surge el interés. La mayoría de los participantes llegan a sentirse muy aliviados, porque encuentran que el grupo de terapia representa un lugar privado y confidencial donde se pueden desahogar. La mayoría de las personas que han participado en la psicoterapia de grupo creen que la experiencia de colaborar con los demás tuvo buenos resultados, y que ellos han mejorado por medio de esta forma de terapia.


lunes, 25 de enero de 2016

ARTÍCULO SOBRE TERAPIA DE PAREJA


Terapia de pareja, ¿realmente funciona?


17/01/2016-

Llegado un momento en que por ejemplo situaciones como la falta de comunicación o tenerla a base de discusiones no faltan, la convivencia en pareja puede resultar insostenible. Es entonces cuando la paciencia y la espera por un cambio favorable llega el límite y muchas relaciones se rompen. Otras optan por intentar diferentes alternativas con el objetivo de darse una nueva oportunidad y entre estas una opción es acudir a terapia de pareja.



¿De qué trata la terapia de pareja?
En primer lugar y como en la mayoría de las cosas hay que asegurarse que existe la voluntad y el deseo de encontrar soluciones por ambas partes, de lo contrario por muy buenos que sean la terapia y el terapeuta de nada servirán.

Con frecuencia las parejas suelen estar inmersas en el conflicto que las aqueja y por lo mismo no son capaces de ver la problemática en perspectiva o de forma objetiva, lo cual hace que no vean posibles e innovadoras salidas para solucionarla. Es en este punto donde 
la terapia se convierte en una gran aliada porque puede aportar formas diferentes de abordar el problema, el terapeuta actúa de mediador neutral impidiendo que la discusión tenga lugar yfavoreciendo el entendimiento entre ambos interesados.
En ocasiones es necesario estructurar una nueva manera de relacionarse, trabajar con habilidades de comunicación e implementar estrategias en función del problema que tenga la pareja para que esta salga adelante. La clave fundamental reside en elcompromiso que cada uno asume, desde el simple hecho de asistir a las reuniones con el terapeuta, pasando por llevar acabo las acciones recomendadas hasta el tener una actitud abierta y receptiva a los cambios que se deben realizar, los que además suponemodificar conductas y actitudes.

¿Funciona?


La terapia en pareja puede ser una verdadera solución antes de plantearse una separación, pero es importante tener claro que el terapeuta no hará nada por cada uno de los integrantes, es decir no hay soluciones mágicas para esto y ambos miembros son los que deben involucrarse a fondo en el proceso indicado.

Lo ideal es no esperar hasta que la pareja esté totalmente distanciada o próxima a terminar la relación sino que adelantarse ni bien se perciba que algo falla y se ha vuelto recurrente. Hay que ser pacientes porque las cosas no se resolverán en una sola sesión y muchas veces estas serán individuales y otras serán en pareja según lo crea conveniente el terapeuta.

Fuente: www.imujer.com